Tenía muchas ganas de publicar
esta tarta.
A mi me enamoró.
En un principio iba a ser una
tarta de Hello Kitty pero se cambió de idea y paso a ser una tarta de la Sirenita.
Y en ese punto, no sabía si
alegrarme o tomarme un litro de tila.
Kitty es fácil, Ariel difícil.
Yo siempre digo respecto a los
modelados que si me va a quedar como el primo tonto del personaje, no lo hago y
recurro a las figuritas de plástico.
Pero si puedo hacer un modelado
que se asemeje y quede gracioso aunque no exactamente igual al personaje…lo
dejo gestarse.
Pues esto paso con mi Sirenita.
Por el momento no he tenido la
oportunidad de hacer ningún curso de modelado pero ganas tengo para
perfeccionar y aprender técnicas. Y ahora me defiendo con toda la ilusión que
le pongo, mis ganas, y algunos tutoriales de los que cojo ideas.
A veces bromeo diciendo que mis
tartas son mis hijas jejejeje.
Pues el parto de esta “hija” fue
terrible.
Una serie de catastróficas
desdichas me invadieron. Hoy por hoy no se como pude terminarla a tiempo.
Se rompieron tres o cuatro veces
los bizcochos, vaya que tuve que hornear una y otra vez, la humedad del
ambiente no secaba el fondant, al pasar la sirenita a la tarta se rompió un
poco la cola (que afortunadamente pude arreglar) y todo esto sin tiempo de
sobra.
Pero al igual que cuando una da a
luz cuando ves a tu “hija-tarta” se pasan todas las penas y se olvidan todos
los dolores.
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