jueves, 13 de septiembre de 2012

Cabezonerías dulces y bromas


Cuando quiero algo lo quiero ya.

Soy de las que se compran algo y enseguida lo estrena, justo al contrario que mi hermana, que es capaz de tenerlo en el armario semanas y meses y no ponérselo…. Yo no se como es capaz!

Pues con la repostería estoy haciendo un ejercicio de superación inaudito!

De pronto se me ocurre hacer algo nuevo, voy a la despensa y no tengo harina o no tengo mantequilla…. Oh! No! No puedo hacerlo! Y tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para reprimirme pero… la idea se queda en mi cabeza un día y otro y otro y otro hasta que a la desesperada voy a por todo lo que me hace falta y me pongo a hornear en el peor momento del día.

Eso mismo ocurrió con los cupcakes Red Velvet. Tanta gente hablaba maravillas de ellos que yo quería probarlos y para colmo mi sobrina, una enamorada de E.E.U.U, me los pedía sin parar.


Y los hice por fin después semanas de represión por culpa de viajes, playas e imprevistos.


Si, están bastante buenos, tienen una textura muy suave y el frosting de queso es ideal en estos cupcakes!


Fue bastante divertido hacerlos porque la masa cruda al llevar colorante rojo da mucho de si para bromas macabras de cortes de dedo. Mi hermana se lo pasó bomba asustando a su hija y a nuestra madre e lo intento con mi niña pero para tener tres años es bastante larga y no pudo engañarla.



Hasta otro momento dulce

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